La cirugía bariátrica es el único tratamiento que consigue una pérdida de peso mantenida y significativa en aquellos pacientes con obesidad mórbida. Además, se ha observado que tras la cirugía, los pacientes mejoran de aquellas enfermedades que se asocian a la obesidad como la diabetes, la hipertensión o la apnea del sueño.
La cirugía de la obesidad alarga la supervivencia de los pacientes obesos mórbidos porque reduce el riesgo y la mortalidad de los eventos cardiovasculares y cerebrovasculares, entre otros. Está demostrado también, que tras la cirugía se reduce el riesgo de desarrollar determinados cánceres. Los pacientes a medio y largo plazo mejoran su calidad de vida, y su autoestima.